Por: Cindy Balderas, Terapeuta de Arte
Ciudad de México
La terapia de Arte es una rama de la psicología que utiliza los materiales del arte, las imágenes y el proceso creativo como el reflejo de las habilidades personales, intereses y conflictos. Es un tratamiento efectivo para la resolución de conflictos emocionales y familiares.
Es una forma de ver el arte, como un método de sanación. El paciente crea y es quien interpreta su propia obra porque nace de él y le significa solo a él. Es una indagación asistida por un terapeuta hacia una introspección, en busca del presente.
El hacer Terapia de Arte abre un abanico de opciones para entrar en contacto con sentimientos que habitualmente no atendemos.
La Terapia de Arte nos da poder y esperanza, porque las posibilidades son infinitas. Nos acercamos a soluciones tan profundas como las que nuestra imaginación pueda alcanzar.
El arte le da forma a lo que somos, a nuestro ser. Nos invita a ser lo más completos posibles, dejando la fragmentación en la que el ser humano se encuentra actualmente.
También nos cura mas no nos confronta. El arte permite dialogar sin palabras hasta llegar a una profundidad donde solo existe intimidad. Nos permite conectar con nuestro ser interno. El arte permite el cambio, haciendo conciencia del cambio.
Mi historia.
Uno de los temas en los que me interesé, después de estudiar Arte Dramático, fue en cómo era yo dentro de mi misma, cómo era yo como personaje. ¿Quién era la jóven que tenía 17 años que acababa de entrar a la universidad? y ¿cómo se relacionaba con la gente.?
Lo único que podía ver en ese entonces: mi autoestima muy baja, relacionándose con hombres con problemáticas de alcohol, drogas, violencia intrafamiliar, violencia de género y a su vez, yo, con un alto grado de trastornos alimenticios y adicta al cigarro. Ese fue el entorno en el que yo pensaba que estaba el amor. Además de mi concepto de amor distorsionado y romántico, pareciera ser que entre más tóxico, más intenso y verdadero. Hasta que toque fondo.
Primero culpé a los hombres de ser tan patanes, machos, embusteros, narcisistas, ególatras, manipuladores,seductores etc. cuando fui yo quien les compré el alcohol, la droga exponiendome en un barrio donde todo me podía pasar sin advertir el peligro. Me pregunté: ¿Por qué hago esto y elijo a estos hombres?
Volteaba a ver a mi padre que en ese tiempo su alcoholismo era activo, pero tampoco me daba las respuestas que yo quería saber. El problema no eran ellos sino Yo misma. ¿Por qué tenía tanto miedo a quedarme sola? ¿A que no me amaran como yo quería? ¿Por qué no me amaba? ¿Por qué me sentía rechazada? ¿Porqué tenía una sensación de inherente imperfección e indignidad? Porque me auto destruía todos los días?
Sanado mi niña interna.
Fue entonces cuando una terapeuta me habló de mi niña interna. Para mi era tan complicado entender que mi niña interna estaba viva, herida, y salía todo el tiempo en mi vida de adulta.
Con la terapia caminé tratando de descubrir a mi niña interna. Sucedió que solo podía racionalizar el asunto pero tristemente no pasaba al corazón. Me era muy difícil sentir. Y curiosamente en esa época lloraba de cualquier cosa y me reía a carcajadas de cualquier cosa. Estuve en el límite. Evadía todo. Yo no tenía una autoestima sana, ni una buena relación con mis padres, y tampoco con mis hermanos. Mucho menos con personas que entraban en mi vida. Tenía que encontrar a mi niña interior, pero no sabía cómo hacerlo, ¿Qué había pasado cuando era pequeña y no lo recordaba?
Mucho tiempo estuve en la búsqueda. Tomé diferentes tipos de terapias. Al fin, la que me confrontó además de conmigo misma, también lo hizo con mi niña interna herida, abusada sexualmente, no escuchada, con indefensión, abandonada, criticada, reprimida.
Solo bastó hacer un dibujo.
Llegué a un lugar donde había muchos cuadros de artistas no famosos, y ahí me pidieron que hiciera un dibujo con la mano contraria a la que normalmente escribo. Eligiendo colores con los ojos cerrados, lo hice. Usé colores, crayones y pegamento con recortes de periódico. Apareció ella. Cyndi. Diciendo: ¡Oye! ¡Escucha! ¿Realmente te importo? ¿Sabes lo que yo quiero? ¿Lo que me gusta? ¿Te olvidaste de mi? ¿De mis sueños? ¿De mis sentimientos? ¿De mis fantasías? A mi que me gusta jugar tanto, y tanto tiempo lo hacía sola. Me gusta ser abrazada y no me tocas, me gusta que me digan te quiero, te amo, me importas…
Encontré a mi niña interna a través del dibujo, aquí y ahora; en el presente. Sin expectativas de si era lindo o no el dibujo, con esta sinceridad y espontaneidad con la que pinta un niño de 5 años. Empecé a reconocer mis verdaderos deseos, y fui encontrando mi verdadero camino.
Dialogué con ella y usé diferentes materiales. Despues volvi a dibujar y a hacer un collage recordando mi edad feliz, rodeada de las personas queridas, de muchos amigos, sonriente, segura de mi misma, luego de hablar con ella en algunas sesiones le dije que deseaba amarla, lamentando no haber hablado con ella antes y haberla ignorado y reprimirla tantos años, le pregunté que necesitaba para ser feliz y que le asustaba.
Entonces lo pinté.
Suelo hacer Terapia de Arte acompañada de mi Arte Terapeuta quien me ayuda a preguntarme a mí misma. Fue mediante la Terapia de Arte como aprendí a conectarme conmigo misma, el por qué de mi arte y en consecuencia me convertí en una Terapeuta de Arte, una acompañante de quienes quieren cambiar su vida a través de colores e imágenes de su creación.