Por: Cindy Balderas, Arteterapeuta
Ciudad de México
La atención podría definirse como la capacidad de generar, seleccionar, dirigir y mantener un nivel de activación adecuado para poder procesar la información relevante. Tiene lugar a nivel cognitivo y permite orientarnos hacia estímulos que nos son importantes, ignorando los que no lo son para actuar en consecuencia.
La atención en sánscrito, una de las primeras lenguas que se habló en nuestro mundo, se denomina “soma” o conciencia de flujo. Cuando fluye, también trae consigo inteligencia creativa, adaptabilidad, habilidad de depurar cosas que no nos sirve, de integrar y disposición a crecer
Nosotros decidimos si queremos alimentar algo que nos debilite o algo que nos motive a crear.
¿Dónde lo vas a poner?
¿A qué le vas a dar vida?
¿Qué color te gusta para expresarlo?
En Terapia de Arte nos damos cuenta que como discípulos de esta disciplina, debemos poner atención en aquello que queremos que crezca o que florezca, y no en aquello que queremos que predomine.
Entre más involucremos nuestros sentidos, podremos poner atención más precisa, ya que empezaremos a notar las sutilezas de todo lo que percibimos, no sólo la capa más externa, sino que las otras capas más profundas que obtendremos de afinar más nuestros sentidos.
Afinando sentidos
El estrés acumulado a través de los años nos impide usar el potencial de nuestros sentidos, la meditación purifica tu sistema para que haya espacio y puedas afinar tu percepción sensorial, mejorando tu atención aquí y ahora. Ya que los sentidos nos traen únicamente al momento presente.
Nuestra capacidad más preciosa, en donde ponemos nuestra atención es la experiencia.
“The greatest gift you can give to somebody is your attention” – Laura Poole
(El mejor regalo que le puedes dar a alguien es tu atención)
Poner atención (Pay attention en inglés) es como estar pagando con dinero. Tiene la cualidad de nutrir y brindar bienestar a aquello que lo recibe. Es importante validar el punto más alto, o más positivo de esto, a quien se le está dando nuestra atención, ya que es como regar una planta. “Todo aquello que riegues crecerá”…queremos que crezca esta cualidad más evolutiva.
No es tan importante aquello que estás dando u ofreciendo para hacerlo más enriquecedor, debemos hacerlo consciente, enfocarnos y dar toda nuestra atención en el otro para que esa interacción sea de mayor calidad.
Si queremos tener una vida llena de alegría, necesitamos dar toda nuestra atención en el otro, y dar atención a aquellos aspectos que queremos ver desarrollarse con mayor potencia y frecuencia.
Muchas veces le ponemos demasiada atención a esas cosas que no queremos ver crecer, simplemente porque no atraen nuestra atención. Nos vemos atorados en un ciclo de querer controlar la situación externa…por el contrario, es importante regresar al centro, a nuestra perspectiva de como estamos viendo esto, a redirigir nuestra atención en aquellos aspectos que nos ayudarán a crecer y a evolucionar. Es importante estar concientes de hacer este cambio constantemente para no caer en el círculo vicioso de querer controlar todo lo que está fuera y por el contrario tomar rienda del poder nuestra atención.
El control bloquea
Deepak Chopra nos dice que cuando le ponemos demasiada atención, aparentando y queriendo controlar algo, tendemos a bloquearlo, no hay flujo para que esto se desenvuelva como se necesita para nosotros, En cambio, si dejamos fluir la situación externa y enfocamos nuestra atención en cosas que si están en nuestras manos, como nuestra actitud, expectativas…solito se acomoda lo externo como debe ser, ya que le permito el espacio y al mismo tiempo no baso mi bienestar en cómo esto suceda, sino en mi experiencia y vivencia de los hechos.
Las personas que comprenden la verdadera naturaleza de la realidad, dejan de preocuparse por controlar su situación y comienzan a percatarse del increíble potencial de depositar su atención cada momento, permitiéndose estar en el presente tal y como es y no en ideas de como debe ser.
La mente, debido al estrés acumulado, nubla la visibilidad y hace que vivamos el mundo en estas ideas, en lugar de voltear alrededor y tener una experiencia más integrada. De esta manera, entrenamos nuestra atención a dirigirse hacia la ventana de oportunidades en todo lo que nos pueda llegar a suceder.
Acompañar a nuestro cliente con la atención adecuada hará que haya mayor conexión y por lo tanto fluirá más la conciencia a situaciones y problemáticas como a la solución de estas.